Las últimas décadas han cambiado significativamente a nuestro país en todos los aspectos. La vida en México actualmente es muy diferente a la que vivimos cuando éramos más jóvenes. La economía no fue inmune a todos estos vaivenes y así como muchas empresas y negocios han surgido, otras se extinguieron pero permanecen en nuestros recuerdos.
Por eso te presentamos estos negocios que seguramente te suenan de algo y les tienes cierta nostalgia aunque sea de segunda mano.
El más famoso de los restaurantes de hamburguesas en México antes de la llegada de McDonalds en la década de 1980 al país, Burger Boy era famoso por la calidad de sus hamburguesas, que fluctuaba entre los fanáticos irredentos y los que esparcían los mitos urbanos que aseguraban que estaban hechas de carne de rata. Muchos aseguran que fue este mito el que acabó con Burger Boy, pero lo cierto es que la entrada de McD’s y de Burguer King al país dieron al traste con la mayoría de las hamburgueserías nacionales.
Las zapaterías y sobre todo los anuncios de la marca Canadá estaban por todo México. Famosos por sus nombres estrambóticos y diseños un poco estrafalarios, sobre todo para niños, los zapatos de Canadá eran usados por todo el mundo. Sin embargo, al abrirse al mercado internacional, el país pudo comprar las marcas que Canadá imitaba, tales como, Nike, Converse, Panam, Adidas, Reebok y demás se comieron su negocio. Actualmente la marca existe como zapatos dentro de las tiendas Coppel.
Las décadas de 1980 y 1990 estuvieron llenas de varios cambios en los bancos en México, con la nacionalización de la banca en 1982 y la posterior venta de sus activos en 1994-1995. Uno de los grandes bancos de entonces fue el Banco del Atlántico, que ofrecía en sus anuncios “Todo un océano de posibilidades”. La mayoría de los que lo recuerdan es o porque tenían dinero ahí durante una de las devaluaciones que lo llevaron a quebrar/ser comprado para convertirse en Bital, o por las alcancías que regalaban cuando se abría una cuenta.
Famosos por abrir temprano y cerrar tarde (cuando los bancos cerraban a las 2 de la tarde las 4 era tarde), y por estar en todos lados, Bital se formó con la compra del Banco del Atlántico, le cambiaron el nombre y los horarios y luego Bital fue comprado por HSBC, dando pie a su desaparición y también, según muchos, a una disminución en el servicio y la omnipresencia de las ubicaciones.
El último banco de esta lista, pero no por falta de ellos, sino porque ya son suficientes. El caso de Bancomer es tal vez el más conocido de los bancos que ya no existen como tales. Nacionalizado en 1991 y vendido a BBVA en el año 2000, Bancomer es hoy uno de los bancos más grandes en México y forma parte de una de las instituciones bancarias más extendidas del mundo. También es famoso por ser uno de los bancos que tiene sus oficinas en uno de los edificios más altos de México y de América Latina.
Mucho antes de que la idea de los outlets se asentara en México, y mucho antes de que la idea de IKEA llegara a estas costas, en la década de 1980 era casi imposible evitar los anuncios en la televisión de “K2, su fábrica amiga” y casi todos los hogares tenían al menos un mueble de sus piezas de tubos de acero doblado y “melanina de ponderosa”, sea lo que sea que eso es. La marca amenaza con volver con los mismos precios directos de fábrica y anuncios en YouTube.
Gigante fue una cadena de supermercados que desapareció recientemente, cuando todas sus tiendas (Gigante, Bodega Gigante y Súper G) fueron adquiridas por la cadena Soriana, que les cambió de nombre. La controladora Gigante también tenía las tiendas Radio Shack, Toks y Office Depot en México y las tres siguen existiendo bajo la misma controladora, sólo que los Gigantes como tal, con sus grandes “G”s que se veían a kilómetros, han dejado de existir.
Entre 1983 y 1999 había VideoCentros por todos lados en México, tanto de sus tiendas comunes como las grandes, conocidas como MacroVideoCentros. Los VideoCentros le hacían competencia a los todavía muy pocos BlockBuster Video que había en México, hasta que esta última cadena le compró a Televisa (la dueña de los VideoCentros) la parte de rentas de películas (pero no la productora de video, Videovisa, que aún existe). Así, los VideoCentros desaparecieron y fueron reemplazados por Blockbuster, y su catálogo pasó de ser de cassettes Beta y VHS a DVDs principalmente.
Pero el gusto de la adquisición sólo le duraría 15 años a la cadena Blockbuster, puesto que los modelos de descarga y streaming por internet le fueron quitando presencia y público a las rentas de DVDs físicos. En 2015 todas las tiendas Blockbuster en México se convirtieron en The B Stores, donde vendían las películas en DVD y Blu-Ray que les quedaban en el stock además de videojuegos, pósters, libros y demás parafernalia relacionada con sus rentas. El negocio no fructificó y al año siguiente casi todas estaban ya cerradas. Hoy la empresa está totalmente liquidada en el país.
Aunque sigue existiendo en espíritu como marca y todavía existen las Bodegas Aurrerá, la cadena de supermercados Aurrerá como tal desapareció cuando Walmart compró la cadena de almacenes en 1997 y el último súper Aurrerá cambió de nombre en el año 2000. De los demás comercios que también pertenecían a la cadena Aurrerá sobreviven Suburbia, hoy propiedad de Liverpool, El Portón y Vips (cuyo logo fue durante muchos años la A invertida de Aurrerá), ambas pertenecen a Alsea ahora, y la ya mencionada Bodega Aurrerá, y Superama.
La cadena Danesa 33 pretendía emular una fuente de sodas al estilo de las que estaban de moda en Estados Unidos a finales de la década de 1970 y hasta mediados de la de 1990, cuando fueron adquiridos por la cadena Holanda, propiedad de Nestlé, que procedió a cerrar las tiendas. Las famosas “Bolas de Sabor” azul con el 33 amarillo, anunciando la cantidad de sabores que había para degustar, desaparecieron de todo México. Ahora están de nuevo disponibles los mismos helados, según, en forma de paquetes de supermercado, pero no será nunca igual que ir por una bola de helado en un casco de fútbol americano.
EL parque de diversiones en México y el más grande de América Latina, al que venían personas de todos los lugares de la república e incluso de otros países, abrió sus puertas en 1982 y contaba con atracciones que llamaban la atención como la montaña rusa Boomerang, el show de delfines y el de la orca Keiko, que fuera la estrella de las películas “Free Willy” en la década de 1990. A principios de 1992 fue cerrado para ser remodelado, reabriendo en 1995 y a los pocos años, en 1999, se anunció que Reino Aventura cerraría sus puertas para convertir su espacio en Six Flags México que todavía lo opera y conserva algunas de sus atracciones originales.
Hubo una época muy oscura en el cine en México, tanto en películas como en sus recintos, que abarca buena parte de las décadas de 1970 a 1990. Entre esos años la mayoría de los grandes y lujosos cines fueron desapareciendo o fueron adquiridos por varias cadenas de cines que los remodelaron para que en vez de una gran pantalla hubiera varias pantallas más pequeñas en el mismo lugar. La más longeva y recordada de estas cadenas fue la de los Multicinemas, que debutaron la idea de la permanencia voluntaria en varias salas y que terminaron por sucumbir ante el servicio de cadenas más modernas a mediados de la década de 2010.