Actualmente intérpretes de la talla de Paul McCartney, Roger Waters, Rolling Stones, Madonna, Gorillaz, Daft Punk, han visitado México como parte de alguna de su gira mundial. Pero probablemente esta tendencia comenzaría a mediados de los 90, antes era muy raro que un artista internacional visitara nuestro país. Sin embargo, en 1981 la banda Queen pisó suelo mexicano por única ocasión, lo que fue un gran acontecimiento tras una época en la que en el país se habían prohibido los conciertos de rock.
Pero no sólo eso, la visita de Queen a tierras mexicanas pasó a la historia como una de las presentaciones más complicadas que tuvo la banda en su historia.
Tras haberse aventurado a presentarse en Monterrey, Queen viajó a Puebla para dar conciertos las tardes del 17 y el 18 de noviembre de 1981, pero Freddie Mercury jamás imaginó que un sombrero de paja estaba a punto de dirigirlo al público más difícil de toda su carrera.
En Monterrey un hombre se había hecho pasar por él. Estuvo dentro de su cuarto de hotel y lo atendían como si realmente fuera La Reina, pero cuando el verdadero Mercury llegó, le negaron el acceso porque ya estaba en su cuarto. ¡Vaya sorpresa!, Mercury terminó atacado de risa al descubrir lo que pasó y terminó regalándole una camisa a su ingenioso fan. Fue un buen sabor de boca para el trago de amargo tequila que se avecinaba.
En el Estadio Olímpico Ignacio Zaragoza de Puebla, Queen comenzó con ‘We Will Rock You’, ‘Bohemian Rhapsody’, ‘Love Of My Life’ y para el segundo tiempo del show, el olor a mariguana ya inundaba el ambiente, algunas parejas se aventuraron a tener sexo en pleno concierto, y las cervezas entraron de contrabando. Esa clase de conciertos siempre rebasaban la escasa seguridad de la época. Al llegar a la canción ‘Another One Bites the Dust’ ocurrió el acabose.
Algunos de los presentes señalan que al concierto asistieron muchas personas e incluso entraron más de las posibles al Estadio Olímpico Ignacio Zaragoza, lo que provocó la primer molestia entre la gente que pagó por un boleto (300 pesos de aquel entonces).
Como una señal de humor o quizás queriendo conectar con los mexicanos, Mercury salió a escena sin playera y con un enorme sombrero de paja, cual mexicano debajo del nopal. Los poblanos no se lo perdonaron y ofendidos, a lo largo de su interpretación, comenzaron a lanzarle zapatos, botellas, calcetines con tierra y otras cosas desagradables.
Todos pensaron que Queen se iba a salir al ver la lluvia de cosas y los chiflidos, pero no, al final de God Save The Queen, Freedie dijo ‘Muchas gracias Puebla, Mexico. Thank you for the shoes, adios amigos your mother fucker! You bunch of tacos, goodbye!’.
El caos seguía en las calles, carros y camiones incendiados a la redonda y las pocas tiendas abiertas, saqueadas. Enfrentamientos entre jóvenes y policías a macana limpia solo eran preámbulo de lo peor: faltaba una presentación más.
La segunda fue sudorosa. No habían comenzado la primera canción y el audio ya estaba fallando, las rechiflas reaparecieron. El clásico baño de cerveza que Mercury daba a las primeras filas tampoco fue bien recibido por quien le cayó la lata. Y cuando hicieron Playback en Bohemian Rapsody, los abucheos acrecentaron. Todos querían oír los coros en vivo, no en pantalla como pasó.
Pese a todo, Mercury comprendió que en un concierto de rock esas cosas pasaban y al final agradeció al público por, ‘no haber sido igual que los de ayer’.
Y tras haber terminado ese concierto, su presentación en la Ciudad de México fue cancelada pero eso no impidió a Freddie Mercury a visitar el entonces Distrito Federal. Se hospedó en un hotel de la zona rosa y se dice que en un pequeño bar al que fue comenzó a tocar el piano para las pocas personas desveladas que ahí se encontraban, pero esas narraciones ya son sólo muchas de las historias que podrían existir alrededor de Queen en México.
