Jenny nunca fue “la mala” de Forrest Gump

PELÍCULAS | 19 Sep, 2019
PÁSALAS

Forrest Gump sin duda fue una película que marcó la década de los 90 y también es verdad que muchos crecimos con la idea errónea de que Jenny fue la mala de la historia.

De lo que no nos percatamos fue que la dualidad que se plantea entre Forrest Gump y Jenny no es la del bien y el mal sino la de el realismo y la inverosimilitud. Forrest es bueno en un nivel que, para poder serlo, tuvo que contar con un altísimo nivel de ingenuidad, Jenny Curran no corrió con esa suerte.

Sobre Jenny, tal vez has escuchado a más de una persona que la descalifica, quizá hasta tú lo has hecho, es una postura común y es sencillo mostrar el origen de este odio irracional contra uno de los personajes secundarios menos valorados en la historia del cine.

Jenny es la contraparte de Forrest, porque ella puede entender una realidad que a él le resulta lejana. Él sufre por la guerra, pero no entiende la guerra, sufre por la muerte, pero tampoco la entiende, no es capaz ni de entender sus propios logros y menos el sufrimiento de su amiga.

Todo lo que conocemos de Jenny es a partir de la mirada de Forrest y nunca tenemos la oportunidad de adentrarnos en su mente. Cuando la vemos rechazarlo respondemos con odio porque nos identificamos con Forrest, aunque nadie es tan irrealmente bueno o ingenuo como él.

Jenny nunca fue "la mala" de Forrest Gump 2

La realidad de Jenny Curran

Jenny creció bajo el “cuidado” de su padre: un hombre alcohólico, violento y que además abusaba sexualmente de ella. La escena en la que la pequeña Jenny le pide a su amigo que rece a su lado es una anticipación del futuro que le esperaba a una niña herida, asustada y con deseos de ser libre.

Después quedó a cargo de su abuela, pero ella no fue amorosa con Jenny, por lo que seguía sintiéndose sola y asustada. Jenny escapaba por las noches para dormir abrazada de su mejor amigo y definió su personalidad a partir de la búsqueda del amor que le negaron.

De adulta se involucró con personas que, como su padre, decían quererla, pero la lastimaban, como el novio que justifica su violencia con los problemas políticos del país.

Incluso ella se puso en riesgo al consumir drogas y estuvo tan deprimida que tuvo al menos un intento de suicidio.

Jenny nunca fue "la mala" de Forrest Gump 3

Finalmente Jenny aprendió a sobreponerse sola, fue una madre amorosa, atenta y responsable, rompió con la espiral tóxica en la que se encontraba y decidió dejar a su hijo a cargo de Forrest, no sólo porque era su padre, sino porque él fue su mejor amigo.

La próxima vez que escuches a alguien juzgando a Jenny, pregúntale por qué no se detiene a hacer una crítica al entorno en el que tanto ella como Forrest crecieron: él bajo la fortuna de no poder entender la maldad y ella con el peso de sufrirla a diario.

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