Como ya sabes, en Soy Retro nos encanta recordar el pasado. Para bien o para mal, la mente guarda recuerdos, como una especie de archivos que se van quedando y que cuando menos te lo esperas, saltan dentro de la memoria para darte ese golpe de nostalgia.
En esta ocasión te presentamos algunos programas y caricaturas que vimos cuando éramos niños. Desde que regresábamos de la escuela, nos instalábamos en el sillón, prendíamos la televisión y buscábamos Canal Once, cuyo contenido en ese entonces era bien seleccionado e incluso creaba programas para entretener a los pequeños.
Mona Parker fue una de las compañeras de todos los niños nacidos en los 90. La trama de la serie era sobre las aventuras de Mona y sus amigos contra fuerzas sobrenaturales. Un dibujo animado de Reino Unido que tuvo 65 episodios que siempre nos mantuvieron muy, muy entretenidos.
Esta caricatura francesa relataba múltiples historias con una moraleja. Las enseñanzas, más allá de ser banales, tenían una gran filosofía adaptada a simples dibujos animados. El encargado de hacer toda esta antología de estos 13 cuentos fue Pierre Gripari. Después las historias fueron ilustradas por Claude Lapointe, y finalmente se llevaron a la televisión francesa en 1995. El que relataba en un inicio las historias, era el Señor Pierre, quien durante dos temporadas apareció en 26 episodios de 13 minutos para educar a los dos hijos del señor Said, quien tenía una tienda y allí era donde ocurría toda la magia. Al menos de la historia. En Canal Once pasaban dos seguidos, para tener una duración de media hora.
Un pingüino llamado Pingu que vivía en el Polo Sur con su familia, y que tenía un mejor amigo o mejor dicho, una foca llamada Robbie, con un carácter fuerte y que en múltiples ocasiones vive experiencias cotidianas pero que al mismo tiempo, por la cotidianidad, resultan graciosas. ¡Cómo olvidar que aunque no entendías nada te reías con esa especie de corneta como forma de lenguaje! También está la maravilla que era para unos niños ver a figuras de plastina en movimiento. Más allá que una creación animada basada en las ilustraciones del italiano Tony Wolf, se trata de los primeros pininos del stop motion. Algo que no pensábamos en ese entonces, pero que ahora nos resulta increíble.
Miniseries en una gran serie… esa es KaBlam!, un programa que demostró que las historias parten de las cosas más extrañas y que además de tener dibujos animados, también contaba con juguetes. 48 episodios que fueron transmitidos de 1996 a 2000 con cuatro temporadas.
En varios episodios que se transmitían entre un programa y otro una mosca vivía diversas aventuras. Así como Pingu, ella tampoco hablaba y eso fue lo que hizo la genial. Esta serie está basada en un cómic francés de Lewis Trondheim llamado La Mouche, que después fue adaptado en Canadá en 1999.
Originalmente personajes de la saga de libros e historietas de la escritora y dibujante finlandesa, Tove Jansson, que después fueron adaptados a una serie de dibujos animados por el recién fallecido Akira Miyazaki. Durante 104 episodios, se relataron las aventuras de Papa Moomin y su familia. Estos capítulos fueron transmitidos de 1990 a 1992, y después su popularidad fue tal, que lanzaron un par de películas y ahora están en pláticas para lanzar nuevos episodios.
De 1989 a 1991 Ernesto el Vampiro se convirtió en nuestro vampiro favorito. Este dibujo animado es francés y con una duración de 2:30 minutos, se veía cómo Ernesto tenía un problema para tratar con las personas. Era seguro y cobarde pero a pesar de esto, tenía ciertas cosas que lo hacían un personaje con el que te podías identificar. Al final siempre, por si no lo recuerdas, siempre regresaba a su cofre a dormir. Ernesto tuvo dos temporadas, la primera constó de 13 episodios y la segunda de 17.
Este programa en stop motion, al igual que Pingu, pertenecía a Reino Unido y hablaba de las aventuras de un niño con su gato. Él usaba botas rojas y un suéter azul. La transmisión de esta serie constó de dos temporadas y 39 episodios.
Una serie estadounidense de los 90 que seguro te va a traer buenos recuerdos. La historia es de un niño de 11 años que tiene a un perro llamado “Chuletas” que actúa como un ser humano y que vive diferentes situaciones junto a su mejor amigo Tito y su crush, Patti. Durante siete temporadas y 117 episodios vimos a este niño viviendo varios embrollos acorde a su adolescencia.
Otra de las más queridas series de la infancia de muchos fue Franklin, la tortuga… aunque no era el más audaz de los personajes, la serie resultaba de lo más entretenida. Su origen es de Canadá y su última emisión fue en 2004 después de siete años.
¿Y tú cuales viste? ¿Agregarías otra a la lista?