Todos los que nacimos antes de los 90’s tenemos presente la imagen de aquella mujer que aparecía en los libros de primaria, aquella de ojos profundos, cabello azabache, piel morena, bien formada, un tanto corpulenta, segura de sí misma, majestuosa.
Por años ha ilustrado portadas y contraportadas de los libros de texto gratuitos que la Secretaría de Educación Pública (SEP) reparte en escuelas de varios rincones del país, pero ¿cuál es la identidad de esta mujer que personifica a La Patria?
Su identidad se mantuvo durante un tiempo en el anonimato hasta que en fechas recientes se conoció su nombre: Victoria Dorenlas, una joven de 19 años que durante su juventud trabajó como mesera y que posteriormente ese convirtió en uno de los íconos de la cultura mexicana contemporánea.
En febrero del 2019, en la conmemoración de los 60 años de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, contó cómo fue que Victoria se convirtió en imagen de los libros de texto.
Originaria de San Agustín Tlaxco, Tlaxcala, Victoria Dorenlas trabajaba como mesera en un bar al que acudían intelectuales de los años 60. En ese tiempo estaba casada con el guardaespaldas de una figura política del Estado de Hidalgo.
Fue en ese tiempo, cuando el pintor Jorge González Camarena la conoció y le pidió posar para él, pero fue hasta la muerte de su esposo que ella accedió a posar para el pintor, dando vida a varias de las obras del artista jalisciense.
Prieto reseño cómo González Camarena creó en 1962 una pieza única para la portada de los libros de texto gratuitos, “imagen que, gracias a su masiva multiplicación industrial, se volvió punto de partida y referencia obligada en la educación escolar y sentimental de los alumnos de primaria de todo el país”.
“El pintor dio visibilidad a una idea sencilla, el avance de la nación mexicana bajo el impulso de su historia con el triple empuje cultural, agrícola, industrial que le dio el pueblo”, mencionó el director del INAH.